Formación permanente
Es un proceso global unitario mediante el cual la Discípula del Divino Maestro, hermana de votos perpetuos, tiende a alcanzar la meta paulina: “mi vivir es Cristo”, en fidelidad creativa al Espíritu y en respuesta a las exigencias de la misión en un mundo que cambia.
Se orienta hacia un conocimiento integral de si misma para seguir siendo en la sociedad y en la iglesia generadoras de vida.
Revitaliza la vida de oración y de fe a través de la Palabra de Dios concretizándola con una presencia visible, activa y familiar en la Iglesia local.
Vive la consagración cristiana como relación de alianza con Dios, con la practica de los consejos evangélicos en la óptica paulina y en fidelidad creativa al carisma fundacional, bajo la acción del Espíritu Santo encarna la misión en nuevas presencias.