Madre escolástica
Señor, solo tú y basta! M. Escolástica
VENERABLE MA. ESCOLÁSTICA RIVATA
La Venerable Madre María Escolástica Rivata, primera Madre de las Pías Discípulas del Divino Maestro, nació en Guarene (Piamonte-Italia) el 12 de julio de 1897. Al día siguiente fue bautizada con el nombre de Úrsula. Tenía 6 años cuando murió su mamá. Esta dura experiencia la ayudó a madurar y a entender que la vida hay que emplearla en algo importante y trascendente. El ambiente de trabajo en familia fue forjando su personalidad, marcándola con una capacidad de reflexión y decisión sin titubeos. A los 20 años, ante una propuesta de matrimonio, Úrsula reflexiona, ora y decide: “¡Señor, solo Tú y basta!”, decisión que renovará día a día en fidelidad: “en las alegrías y en las penas” durante toda su vida. En 1921 Úrsula se encontró con el padre Santiago Alberione. A partir de entonces, su vida tomó un rumbo definitivo. El padre Alberione la invitó a formar parte de la naciente Familia Paulina. Luego la eligió y le dió el nombre de Sor Escolástica (“discípula”) para iniciar la Congregación de las Pías Discípulas del Divino Maestro que fueran en la Familia Paulina, como aquellas mujeres que siguieron a Jesús en su peregrinación y que estuvieron presentes en la mañana de la resurrección, y que ahora, con la riqueza de su feminidad y su capacidad de entrega, acompañen y sostengan a los apóstoles de hoy que usan los medios de comunicación y oren por el buen uso de esos medios.
La madre Escolástica no tuvo una preparación académica de especial relieve. Toda su sabiduría la bebió en el aula del Maestro Divino, presente en la Eucaristía. Pasó su vida horas y horas ante Jesús Eucaristía, su único Maestro, a quien le presentaba, con el periódico en mano, las necesidades urgentes de los hombres de nuestro tiempo, y acompañaba, con sus rodillas, los pasos y proyectos apostólicos del padre Alberione y de sus hijos e hijas, así como las necesidades del Papa y de toda la Iglesia. Todo esto lo vivió en un ambiente de silencio y escondimiento, “oración de intercesión y ofrecimiento”, pero siempre con el toque de una “mujer de comunicación”, abierta a la actualidad de su tiempo y capaz de intuir el futuro. La Venerable Madre Escolástica muere en Sanfré (Italia) el 24 de marzo de 1987. El 9 de diciembre del 2013, la Iglesia reconoció la heroicidad de sus virtudes y la proclamó Venerable.
ORACIÓN:
Oh Jesús, nuestro único Maestro, Camino, Verdad y Vida, te alabamos y te damos gracias por tu Discípula, Madre María Escolástica Rivata. Sostenida por el Espíritu Santo y con la fuerza de la Eucaristía, en las alegrías y en los dolores de la vida cotidiana, ha dicho Sí a la voluntad del Padre. Siguiendo las huellas de María, Madre tuya y nuestra, se entregó con alegría en el servicio a Dios y al prójimo. Que su ejemplo nos ayude a elegir el camino del Evangelio en toda circunstancia de la vida y, por su intercesión, concédenos la gracia que te pedimos (enunciar la petición)…Amén.
Gloria al Padre…
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